Hace unos días estuve pedaleando por los alrededores del embalse de la Jarosa y el Valle de los Caídos por unos caminos que no conocía, pero que merece la pena recorrer. Según me acercaba al embalse por un camino que discurre al lado de la valla de piedra que delimita todo el entorno del Valle de los caídos, se ve allá arriba, en lo alto de un cerro una edificación bastante curiosa. Hace años, cuando pasaba por la carretera del Escorial y me fijaba de pasada en ella, pensaba que sería algún refugio, o algún puesto de observación forestal.
Años después, un día que fuimos al embalse de la Jarosa, tomamos un camino que nos llevaba hacia el Valle de los Caídos. Después de desviarnos de él, llegamos a una especie de casita de piedra en medio de un camino también de piedra. Seguimos el camino y nos encontramos otra casita. Al ver en algún lugar unos números romanos que eran consecutivos de una casita a otra, dedujimos que eran estaciones del Via Crucis. Efectivamente, así era. Hay un Via Crucis con pequeñas capillas de piedra, y unidas entre sí por un camino también de piedra en muy buen estado. En total parece que a lo largo de dicho camino hay 2300 escalones.
En la foto siguiente se ve desde abajo la capilla del altar mayor que también se puede ver, pero peor, desde la carretera que va a El Escorial (no os fijéis si vais conduciendo).
Capilla del Altar Mayor. |
Además he encontrado un vídeo en el que se recorren las estaciones de este peculiar Via Crucis. El enlace es este: http://www.cercedilla.tv/paginas/via_crucis_cuelgamuros.htm
También podréis ver a mitad de camino desde la entrada al recinto (en la carretera de El Escorial) hasta la Basílica, cuatro columnas de piedra altísimas que llaman bastante la atención. Son las columnas de Juanelo, o "juanelos" que se trajeron desde Toledo para ponerlas allí, pero no fueron hechas para ese propósito, sino que existían desde el siglo XVI en la época de Felipe II. Al parecer fueron encargadas por un ingeniero de Felipe II llamado Guiannello de la Torre (de ahí lo de Juanelo) para que sirvieran de contrapeso a un artilugio destinado a elevar el agua a la parte alta de Toledo. Estas columnas tenían la peculiaridad de que eran de más de 10 metros de altura, un diámetro de 1,5 metros y un peso de 52 toneladas.
Al parecer dicho artilugio no se construyó, y con el paso del tiempo esas columnas abandonadas en la provincia de Toledo (nadie las movíó en casi cinco siglos) se llevaron al Valle de los Caídos, donde empezaron a llegar en 1949, y fueron erigidas en su actual posición en 1953, donde flanquean la carretera que lleva a la Basílica, y son el punto de inicio del Via Crucis anteriormente citado.
Los "Juanelos" (http://megaconstrucciones.net/?construccion=valle-caidos) |
A ver si hacemos una excursión y grabamos nuestro propio reportaje del Via Crucis.